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Inteligencia Artificial

#LaNoticiaEs


POR NORBERTO HERNÁNDEZ BAUTISTA

En realidad, son pocas las mentes que tratan de entender y explicar el fenómeno del siglo XXI. La inteligencia artificial (Artificial Intelligence). Recientemente, en noviembre de 2022, despertamos con una nueva herramienta de información. En un lapso breve de tiempo, el ChatGPT sumó cien millones de usuarios. Rompió todos los records, fue el boom de la IA mundial.


Las nuevas tecnologías han transformado nuestras vidas desde cómo y qué comemos, cómo nos divertimos, cómo nos vestimos hasta los aspectos más sensiblemente humanos como la cultura o la creatividad. Los hombres de empresa han modificado sus formas de hacer negocios. Estamos ante una tormenta o huracán que nos traslada al dilema de la emoción-preocupación. Para algunos genera expectativas de riqueza, pero a otros los ha arrinconado a vivir en la pobreza, la miseria y el abandono. En Silicon Valley, San Francisco, el corazón de la creatividad informática, treinta y cinco mil personas no tienen hogar, fue imposible pagar el incremento de las rentas o comprar una casa por la llegada de los nuevos inquilinos.


Conversamos con el celular o la computadora; esas máquinas ocupan un lugar especial en nuestras vidas. Lo hacemos todo a través de una aplicación y no tarda en que los diagnósticos médicos, cada persona los consulte escaneando sus radiografías o ingresando sus análisis clínicos. Lo que ya es un hecho es la vigilancia y seguridad total a través de cámaras y complejos de inteligencia artificial que saben el momento en que una persona se pasa un alto o viola algún reglamento cívico. Amazon tiene tiendas donde el cliente acude, elige lo que quiere and just go out. La sustitución de la mano humana será cada vez más intensa, el desempleo será el costo por pagar.


El mundo de los datos ha creado nuevos monopolios y eso es un peligro, porque han rebasado a las naciones, que han sido incapaces de regularlos. Google, Amazon, Facebook, Apple son consorcios digitales que desarrollan una guerra en las sombras; controlan y seguirán controlando lo que quieren las personas. Constituyen una nueva dominación de las relaciones humanas, creando opiniones favorables sobre un producto, un grupo político o sobre un candidato al que apoyan para ejercer el poder público. Sin saberlo, vivimos sujetos a la voluntad y arbitrio de agentes externos, a empresas que tienen nuestros datos y lucran con ellos a partir de algoritmos que no tienen sentimientos. Ganan dinero y ejercen el poder sobre la vida humana. ¿Cuál es el sentido de este progreso?


Los dueños y los directivos de estas empresas son super ricos, dueños de alguna parte del mundo; evaden y no pagan impuestos y eso los fortalece. Se desarrollan en ciudades pequeñas, donde hacen donaciones mínimas a cambio de ganancias exorbitantes; son impulsores de la desigualdad, porque no generan empleos, su empeño es reducirlos. Con la pandemia, Jeff Bezos ganó 80 mil millones de dólares, mientras miles de personas perdieron sus empleos.


Su posición privilegiada los hace atractivos para los políticos que buscan su apoyo financiero y eso favorece el chantaje para controlar administraciones. Google, Amazon, Facebook, Apple, Alibaba y otros consorcios que manejan datos son más poderosos que los gobiernos. Son dueños del capitalismo de la vigilancia que invade la vida privada e influye en formas de comportamiento. Las bases de datos que tienen son utilizadas para campañas publicitarias o políticas lo que los convierte en factores determinantes en los resultados de las elecciones de cualquier democracia.


Google, Amazon, Apple, Facebook tienen demasiado poder. Son monopolios de datos. El poder de estas empresas de tecnología está dañando a todos los sistemas políticos, a todas las democracias.

 
 
 

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Por: Juan Gabriel González Cruz

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