POR NATALIA SÁNCHEZ
Es una realidad que con la llegada de la izquierda a Nuestramérica, se han reducido y modificado las condiciones bajo las cuales las desigualdades sociales se producen, los derechos humanos se respetan y se busca la inclusión de sectores desfavorecidos a la vida pública que durante los gobiernos neoliberales se ignoraban. Sin embargo, esto ha generado que se reconfigure el panorama político en este continente y diversas partes del mundo debido a que los grupos de derecha promueven mecanismos, por ejemplo, el lawfare para desestabilizar y derrocar unidos a los gobiernos populares porque representan un peligro para sus privilegios.
En la actualidad hay un retroceso a nivel global con los grupos de derecha, puesto que se están reafirmando y rearticulando como consecuencia del desastre que las estructuras capitalistas e imperialistas han traído consigo mismas. Las derechas buscan incidir en la vida política mediante la afirmación de sus principios, valores, ideas y prácticas construyendo discursos, narrativas, agendas y proyectos desde la nostalgia de las reformas neoliberales, la liberalización de mercados, la internacionalización y manejo de la economía para distribuir la riqueza en pocos grupos de poder económico.
Las nuevas caras de la derecha en el continente tienen expresiones y extremismos impulsados por la estrategia imperialista de dominación a la luz de los gobiernos progresistas antes no vistos, donde el populismo, el nacionalismo, las actitudes autoritarias, neonazis, neofascistas, clasistas y xenófobas se entienden de distintas formas, por lo que estas mismas vienen acompañadas de la crisis de los partidos tradicionales que se caracterizan por el conservadurismo e individualismo al priorizar sus intereses e ideología en torno a la familia, la patria que muestra su clasismo y racismo al sobajar al pueblo, los roles de género, Dios, su idea del bien común, los movimientos con rasgos proto fascistas que se pronuncian en contra de la democracia a pesar de que en sus discursos buscan promover una imagen democrática, así como la legitimación de la permanencia del statu quo y la existencia de la desigualdad que es considerada como natural e inconveniente de erradicar.[1]
La rearticulación de las derechas en Nuestramérica ha tenido un gran apoyo por parte de la clase media debido a que al tener mayor poder adquisitivo del que tenían cuando eran clases bajas y ser aspiracioncitas creen que estas mismas les van a ayudar a seguir aumentando su estatus social cuando no es así, por lo que se vuelven en contra del progresismo que las llevo a ser las clases sociales que son, entonces esto resulta una condena para los gobiernos de izquierda moderada o abiertamente progresistas.[2]
Los discursos de las derechas en este continente resultan ser tajantes con sus posturas debido a que se sienten amenazados por el gran respaldo popular y consciente que los presidentes progresistas de la región tienen, por lo cual se sienten imposibilitados de atacar a estas izquierdas, aunque tampoco se debe confiar en estas mismas y pensar que están muertas o incapacitadas porque son muy tramposas para llegar tomar el poder a la mínima oportunidad que tengan, por ejemplo, si la izquierda no arregla asuntos de política interna entonces se le entregan las elecciones a la derecha.
Una de las estrategias comúnmente utilizada por la derecha para deslegitimar a los gobiernos y líderes populares y de izquierda en Nuestramérica es el lawfare. Este mismo se entiende como “[…]una táctica de guerra inserta en una estrategia bélica multifactorial que hoy se conoce como guerra híbrida y que consiste en una forma amplia y plural de llevar a cabo la guerra. consiste en la utilización de la ley para neutralizar o aniquilar a un enemigo político, […] la llegada de una serie de gobiernos de una izquierda diversa o progresismo, quienes trastocaron la correlación de fuerzas y alcanzaron acuerdos para la creación de mecanismos de integración política y económica que afectaron los planes que Estados Unidos tenía para el continente con su fracasada Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA)”.[3]
Un caso actual de esta práctica por parte de la derecha es la guerra mediática y de desmoralización que le siguen haciendo al ex presidente de Perú, Pedro Castillo al que le dieron un golpe de estado mediante el uso del lawfare por parte de la oligarquía peruana en alianza con el imperialismo norteamericano y operadores políticos de derecha. Esta estrategia golpista se hizo mediante el despliegue de un operativo de allanamiento y detención de personas vinculadas a Castillo, sin pruebas solo conjeturas sobre la existencia de una supuesta organización criminal que este mismo lideraba.
Las élites al ser desplazadas del gobierno desde el triunfo electoral de Pedro Castillo se encargaron de respaldar esta narrativa violenta de la derecha con tácticas para mantener sus privilegios y aumentar ganancias. Este caso es complejo debido a que la oligarquía tiene el poder sobre el sistema de justicia y los medios de comunicación para descalificar el gobierno de Castillo, por lo que en este momento se sigue en conflicto porque la presidenta Dina Boluarte no ha logrado satisfacer las necesidades de su gente. Ante esta situación desfavorable, el pueblo peruano ha generado espacios de organización y movilización de base para defender sus intereses, es decir, la voluntad popular.[4]
La principal solución es reconocer que la comunicación popular, la participación y la escucha de voces son herramientas necesarias en Nuestramérica para lograr una democracia más justa. Se deben entender los ataques mediáticos a los gobiernos de la región, evitando su desacreditación, y reconociendo las acciones que los llevarán a un futuro sin la expansión masiva de golpes mediáticos sin sustentos.[5]
En el caso de México, los retos respecto a este tema son que la supuesta oposición conformada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Acción Nacional (PAN) y Partido de la Revolución Democrática (PRD) junto a la falsa sociedad civil están cada vez más cerca de las corrientes post-fascistas debido a que el contenido de sus discursos se adaptan a las nuevas circunstancias para hacer llegar, de mejor manera, sus mensajes a los sectores que les interesan como lo son la clase media, alta, así como los pequeños y medianos empresarios que se sintieron desplazados y vieron en peligro sus intereses con el triunfo de AMLO en el 2018.
Por un lado, se enfrenta a la hegemonía de Estados Unidos de América al financiar a grupos de derecha como Frente Nacional AntiAMLO (FRENA), Sí por México, Unidos, Frente Cívico Nacional, México Libre, Va por México o marchas como “el INE no se toca” que supuestamente defiende a la democracia, pero está en contra de esta misma dando como resultado un “movimiento” sin fondo porque deja claro que lo que no se toca es el racismo, el clasismo, los privilegios desmesurados, el statu quo y establishment.
Por otro lado, se enfrenta a intelectuales, derechas empresariales, influencers y personajes de la farándula privilegiados impulsados por los grandes monopolios periodísticos y televisivos que se creen críticos y preocupados defensores del Estado de derecho, libertades y democracia buscando deslegitimar tanto al gobierno actual como sus logros, aunque para que logren esto está muy difícil considerando el gran apoyo que tiene AMLO y la 4T.[6]
Finalmente, me parece relevante mencionar algunas propuestas que se pueden incluir en el Plan Nacional de Desarrollo del siguiente sexenio, independientemente del representante que gane, para superar la rearticulación de las derechas nuestramericanas que generan más poder para las élites y patrocinadores externos. Estas son que se generen políticas sociales para disminuir más las desigualdades, fortalecer el Estado de bienestar, no regresar a la imposición del modelo neoliberal, se debe evitar la infiltración de la derecha en los aparatos del Estado, se debe implementar una legislación que combata el hate speech y clickbait en medios de comunicación.
Solo queda mencionar que a la derecha se le confronta y vence mediante la organización, la movilización, el debate, la información, el diálogo y la formación de cuadros interesados en generar una revolución de conciencias para construir y proponer un México que siga siendo leal al pueblo sin perder el horizonte de la transformación.
Bibliografía.
Ackerman John M., Ramírez Zaragoza Miguel Ángel, Escamilla Trejo Adrián y Jurado Zapata Israel. (2002). Las derechas en México. Debates analiticos y estudios de caso.Universidad Nacional Autónoma de México. Recuperado el 30 de julio de 2023, de https://puedjs.unam.mx/las-derechas-en-mexico-debates-analiticos-y-estudios-de-caso/
Instituto Nacional de Formación Política. (s.f.). Manual del curso: Cómo combatir las estrategoas golpistas de la Derecha. Recuperado el 30 de julio de 2023, de https://rise.articulate.com/share/1gPA1LoXrPQg1NTam7fsrE3FF9Q5lrR1#/lessons/lJMJIUFO5DNgzKHiq7lsBI9-xlBkM-Fp
Instituto Nacional de Formación Política. (2022). Conciencias: Pensar la Transformación, (3), 24-30. Recuperado el 30 de julio de 2023, de chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://revistaconciencias.mx/wp-content/uploads/2021/05/Revista-Conciencias-Nu%CC%81mero-3-1.pdf
INFP Morena. (22 de noviembre de 2022). Rearticulación de la ultraderecha internacional con México, ¿qué hacemos? [Video]. YouTube. Recuperado el 30 de julio de 2023, de https://www.youtube.com/watch?v=w3g5fAInbK0
Ortiz, Daniela y Llerena, José Carlos. (11 de agosto de 2022). Lawfare en Perú, la vía del golpe de estado. Catalunya-Plural. Recuperado el 30 de julio de 2023, de https://catalunyaplural.cat/ca/lawfare-al-peru-la-via-del-cop-destat/
Comments