Con perfil político nombramientos en el gabinete de Alfredo del Mazo.
Mayor posicionamiento para Alejandra del Moral al frente de SEDESEM.
También implicaría un desgaste para la responsable de la política social.
Alejandro Moreno provocó un incendio que el PRI prefiere apagar.
PAN compra la alianza y PRD se hace del rogar en medio de la agonía.
POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ CRUZ
En el escenario político electoral la llegada de Alejandra del Moral Vela a la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESEM) manda la señal de que -por ahora- es la más viable de los aspirantes del PRI para ser candidata a la gubernatura del Estado de México.
Si no fuera así, ¿qué caso tendría poner a Del Moral Vela en una de las plataformas más rentables y de mayor proyección pública del gobierno estatal? Alejandra estará nada más y nada menos que al frente de la política social y del programa estrella de la presente administración: el Salario Rosa.
No obstante, también implica un riesgoso desgaste para su imagen porque en lo sucesivo arreciarán los embates de la oposición que ya cuestiona el enroque entre los titulares del PRI y la SEDESEM, basado en el reclamo de que la política asistencial tiene un uso electorero.
Por supuesto que Alejandra del Moral no es “ni la única ni la definitiva” de los pretendientes priistas, pero sí la que a ojos vistos tiene el recorrido político y administrativo más afianzado ante la gracia de quien manda en el partido y el gobierno.
Quizá el ingrediente mayor tenga que ver con el hecho de que en la gestión del gobernador, Alfredo del Mazo Maza se ha apuntalado la política de género y posicionado la narrativa de “empoderamiento de las mujeres”, aunque también es importante aclarar que por el momento no se ha consumado el gabinete paritario en el Poder Ejecutivo, pues de las 15 secretarías de estado, 10 son encabezadas por hombres y apenas cinco por el sector femenino, una tercera parte.
No obstante, hay quienes también observan que trasladar a Del Moral Vela del PRI a la Secretaría de Desarrollo Social fue algo así como emparejar el piso para todos los priistas que buscarán la candidatura del 2023 y que, a su vez, el dirigente del partido no sea aspirante a cargo de elección popular… en otras palabras, que el líder del tricolor no sea juez y parte, pues es conocido que los dirigentes partidarios usan su figura para posicionarse, sacar ventaja y armar la estructura a modo y conveniencia. ¡La historia priista no nos dejará mentir!
En fin, que ni como negar que Alejandra del Moral Vela sigue en la palestra de los fuertes aspirantes del Revolucionario Institucional y su designación al frente de SEDESEM es parte de los cambios en el gobierno del estado “con perfil electoral”. Al tiempo.
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
El que no enseña no vende…
En la resaca de los discursos priistas del martes en la noche se puede decir que el líder nacional del tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas, sólo vino a incendiar la milpa. Su intento salió bien, vendió la alianza PRI-PAN-PRD y ya hubo quien se la compró. Aun cuando “Alito” le puso el precio más alto a la coalición, al sostener que los priistas pondrán al candidato, de inmediato salieron los regateos. El PAN con su líder estatal, Anuar Azar Figueroa, dio la bienvenida a la propuesta de Moreno Cárdenas, puntualizó que los albiazules están listos para perfilar los acuerdos, pero atajó diciendo que el candidato de la pretendida alianza ‘Va por el Estado de México’ debe ser el más posicionado de los aspirantes y que garantice el triunfo en el 2023. Nada ingenuos los panistas, saben que tienen en el coordinador de sus diputados locales, Enrique Vargas del Villar, al único pretendiente de su partido y por lo tanto al más identificado dentro y fuera de Acción Nacional. Los azules ya están definidos.
Esa de Daniela Romo: “Que vengan los bomberos”…
En el PRI la instrucción fue hacer mutis a la provocación de su dirigente nacional, porque en realidad fue una incitación que pudo haber alterado la unidad tricolor a la que se comprometieron hace apenas unas horas. Al interior del PRI la orden fue sacar los extinguidores y apagar el fuego que provocó Alejandro Moreno, pues en este momento hablar de alianzas es tanto como incitar a la desestabilización de un proceso interno que formalmente no ha iniciado, que tiene muchos contendientes, que amerita diálogo para conciliar intereses y que con mil esfuerzos se mantiene en el redil de la disciplina.
Ven la tempestad y no se hincan…
Los que de plano dan risa son los perredistas mexiquenses. Están que agonizan en el escenario político electoral y todavía su presidente estatal, Agustín Barrera dice que “van a analizar si le entran a la alianza con PRI y PAN” en las elecciones de gobernador del 2023. Payasos, saben que no tienen de otra y todavía se cotizan. Hay que recordarles que son las elecciones de gobernador donde las coaliciones o candidaturas comunes definen la subsistencia de los partidos políticos, mientras que en las de alcaldes y diputados es donde resulta más conveniente ir solos para afianzar las estructuras y los cuadros regionales. Pero no, ellos lo hicieron al revés; en una de esas PRI y PAN les toman la palabra para fulminar esta “pacotilla izquierdista”.
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