A falta de resultados alcalde de Toluca se desquita con empresarios.
Raymundo Martínez tacha de ilegales a inversionistas y comerciantes.
Industriales preparan respuesta por discurso del presidente municipal.
Si de corrupción hablamos que vea las licencias de las gasolineras.
POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ
Habrá que estar al pendiente de la reacción de los empresarios de Toluca -muchos de ellos con actividad estatal, nacional e internacional- tras la “amenaza de perseguirlos” que les hizo el alcalde priista, Raymundo Martínez Carbajal a inicios de semana, bajo el pretexto de que se legalicen y paguen impuestos.
Los inversionistas, grandes y pequeños, están entre sorprendidos y molestos por el mensaje incendiario de Martínez Carbajal, quien al parecer quiso justificar su falta de resultados en el combate a la inseguridad y el ambulantaje trasladando la culpa al sector formal que genera empleos, paga impuestos y detona la economía de la capital del estado.
Nada más de predial y agua las empresas, industrias, negocios y pequeños emprendedores le dan al ayuntamiento de Toluca alrededor de mil millones de pesos en los primeros tres meses de cada año. Si no estuvieran legalizados, ¿cómo diablos pagarían sus gravámenes locales esa mayoría de empresarios de los que habló el presidente municipal?
Porque sus palabras textuales fueron: “…empresarias, empresarios, todos los que ejerzan una actividad comercial, industrial, artesanal, etc., por favor apéguense a la ley porque vamos a estar revisando cada comercio, cada industria… no podemos pensar en un municipio seguro donde la mayoría no respeta la ley, tenemos que dar ese mensaje y tiene que calar profundo”.
No hay que ser ingenuos. Llamar a los empresarios a que se “apaguen a la legalidad” y advertirles que el ayuntamiento iniciará una “redada” sobre ellos lleva entre líneas una clara insinuación de desacato y corrupción. ¿El presidente ya tiene el diagnóstico?, ¿lo hizo saber a los empresarios por los canales institucionales o les aventó el balde de agua fría para salir del paso de su insípido gobierno?, ¿hay comunicación entre el sector empresarial formal y el actual gobierno municipal?
Si el alcalde tiene indicios de corrupción, ¿quiénes la fomentan?, ¿los empresarios, los funcionarios públicos o las dos partes?, ¿el gobierno es el que se porta bien?, ¿los burócratas de la capital ya no exigen moches para permitir una inversión, abrir una empresa o un negocio?, ¿en serio ya no hay embutes en la administración municipal?
Por supuesto que en los diversos sectores de la economía toluqueña ya analizan cada palabra que pronunció Raymundo este lunes, en el marco de la entrega de patrullas a la policía municipal, por cierto, pagadas en abonos o como coloquialmente se dice: “fiadas”. Más de un empresario está que le quiere ver la cara al alcalde y no precisamente para invitarlo a un partido de fútbol.
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
La gasolinera con dos licencias falsas…
Bueno, ya que el alcalde quiere hablar de corrupción e ilegalidad ahí le va esto. ¿Se acuerdan que a finales de marzo y en este mismo espacio les di a conocer la suspensión de una gasolinera ubicada en Avenida 5 de mayo, con dirección a la Terminal de Autobuses de Toluca, propiedad de un prominente empresario de apellido “Lujambio”? Horas después de ser clausurada por inspectores del ayuntamiento, el mismo consorcio con razón social “Repsol Neotech” expuso a través de una enorme manta que “no fue por vender litros incompletos ni robar” sino por la incompetencia y corrupción de administraciones municipales anteriores. Es decir, confirmaron lo que en esta columna se evidenció: la gasolinera operó desde la administración del priista Fernando Zamora con una licencia falsa y en el trienio de Juan Rodolfo le revalidaron la licencia con firmas también falsas. Por eso y hasta ayer la mencionada estación de servicio seguía clausurada, pero no es la única gasolinera que operó durante años con permisos “patito” y en el actual gobierno, sus direcciones de Desarrollo Económico y de Licencias los saben a la perfección.
Con el rasero disparejo…
El tema de las gasolineras en Toluca es todo un caso con profundo tufo a corrupción y donde las autoridades municipales -por cuestiones muy extrañas o manejos muy turbios- se hacen de la vista gorda. Un caso contrario al anterior sucede con la estación de servicio “PEMEX GRUSIJEL” ubicada en San Cristóbal Huichochitlán, al norte de Toluca. Resulta que esa estación se servicio es de Tipo 1, es decir, que sólo puede vender gasolina (Premium o Magna), pero no Diésel ni tener locales comerciales. ¿Pero qué creen?, resulta que esa gasolinera vende los tres tipos de carburantes y además tiene local comercial y a inicios de este año, es decir, en la presente administración de Raymundo Martínez, le fue revalidada la licencia… ¿cómo o por qué?, solamente lo sabrán los inspectores y personal de la Dirección de Desarrollo Económico. ¿No lo creen?, échense una vuelta y, sobre todo, revisen el uso de suelo de esa estación y para esa región de Toluca. ¿O se hicieron patos, no revisaron bien o les dieron un entre?… no hay más explicación. Este y el anterior, son ejemplos de que el gobierno mide con diferente rasero a los empresarios, quizá porque no los conoce bien.
Policía, juez y parte…
Otra más. ¿En qué habrá acabado el mitote que abogados y particulares armaron en los Juzgados Civiles y Familiares de Toluca, tras desacuerdos por un Juicio de Controversia y cuya bronca campal quedó grabada en videos que fueron subidos a redes sociales?, se los pregunto porque todo parece indicar que una de las involucradas es Jefa de departamento en la Dirección de Seguridad Pública de Toluca. Las múltiples preguntas son: ¿Qué hacía en horas laborales la presunta funcionaria pública aquel 8 de abril en los juzgados?, ¿litigaba o acompañaba a alguna de las partes? Y lo peor es que hay quienes dicen que se trata de la misma persona que está relacionada con una denuncia por haber envenenado a una decena de perros en Zinacantepec y por maltrato animal.
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