Pleito SNTE-Nueva Alianza escala de lo político a lo financiero y penal.
Líderes de secciones 17, Eliud Terrazas y 36, Rigoberto Vargas, en líos.
Desfalco y retiros millonarios en efectivo desde las cuentas de NAEM.
Dirigentes sindicales serán acusados de corrupción y delincuencia organizada.
Falta de seriedad hace pensar que Metepec es gobernado por Cantinflas.
POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ CRUZ
El pleito de los secretarios de las secciones 17 y 36 del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE) contra la dirigencia de Nueva Alianza del Estado de México (NAEM) no es ni nuevo ni desconocido, y va más allá de una simple crisis política que alcanza los escabrosos terrenos financieros.
En este espacio lo advertimos desde febrero del 2021, lo recordamos días antes de las elecciones del 6 de junio y lo ratificamos en octubre pasado. Lo que hoy viven el SNTE y NAEM involucra directamente a los secretarios Eliud Terrazas Cevallos (Sección 17); Rigoberto Vargas Cervantes (Sección 36) y a Mario Alberto Cervantes Palomino, presidente de Nueva Alianza, quienes indudablemente arrastrarán al sindicato y al partido a un escenario de conflicto que terminará en denuncias penales y arrebatos de poder en las siguientes elecciones del SNTE en territorio mexiquense.
Todo empezó a raíz de que el equipo contable de Nueva Alianza detectó en septiembre pasado un faltante de recursos, transferencias exorbitantes y retiros de dinero en efectivo que no cuadraban con las actividades partidarias y cuyas consecuencias brotarían en los reportes que obligadamente tiene que avalar o sancionar la autoridad electoral. Se convocó a una asamblea extraordinaria del Consejo Político Estatal, se creó una comisión investigadora y se inició una auditoría donde Flor Rodríguez, quien se desempeñaba como Secretaria de Finanzas del partido, no habría justificado la salida del financiamiento.
El líder del partido, Mario Alberto Cervantes le hizo saber a su secretaria de finanzas que las cuentas estaban por caer en el delito de peculado y uso indebido de recursos públicos, por lo tanto, tenía que renunciar a su cargo con las debidas consecuencias legales. De inmediato, cuenta una versión, Eliud Terrazas y Rigoberto Vargas defendieron la posición de la Secretaría de Finanzas como suya, incluso le habrían pedido a Cervantes Palomino ayudar a Flor Rodríguez para justificar el uso de los recursos “como lo hacían los anteriores dirigentes: contratando factureras por concepto de cursos y consultorías”.
A todo esto, alguien de los involucrados entró en pánico y soltó la sopa. Eliud Terrazas habría recibido parte del dinero en efectivo que se sustrajo del financiamiento público de Nueva Alianza. Fue aquí donde empezaron a florecer las grabaciones, cuyos videos y audios reveladores están en varios medios de comunicación desde el pasado mes de diciembre, listos para salir a escena.
Sólo para medirle el agua a los camotes. El faltante inmediato de un millón de pesos en efectivo es casi el equivalente a la prerrogativa mensual que recibe Nueva Alianza en el Estado de México y si se llega a comprobar el uso inadecuado el partido se haría acreedor a una multa cercana a los 4 millones de pesos, es decir, NAEM quedaría financieramente inhabilitado gracias al desfalco del que Eliud y Rigoberto estarían señalados como los artífices.
En síntesis. Eliud Terrazas y Rigoberto Vargas están en una situación delicada, atentaron contra la unidad del partido cuya dirigencia está decidida a dar vista a las autoridades electoral, administrativa y judicial; en tanto el Comité de Nueva Alianza ya prepara las sanciones respectivas que llevarán a la expulsión de las filas partidarias de Rigoberto Vargas, actual diputado local de este instituto político; aunque en el caso de Eliud ni afiliado es a NAEM, quizá por eso en las pasadas elecciones operó a favor de la alianza ‘Va por el Estado de México y del partido Redes Sociales Progresistas de la maestra Elba Esther Gordillo, asunto que evidenciamos en este mismo espacio el 25 de febrero del 2021. Ambos líderes magisteriales podrían ser denunciados por corrupción y delincuencia organizada, según la línea que prepara la dirigencia del partido Nueva Alianza.
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
Y les llueve en su milpita…
Los problemas de Eliud Terrazas y Rigoberto Cervantes no acaban aquí. Hoy se sabe que las asambleas del 4, 5, 8 y 9 de enero, así como las programadas para la siguiente semana, todas en Ixtapan de la Sal, donde supuestamente consejeros y delegados del Partido Nueva Alianza se repartirían el comité estatal, también son una farsa porque no le notificaron a la autoridad electoral para certificar la asamblea. Lo peor del caso es que están utilizando el nombre del partido para auspiciar eventos sindicales con recursos desconocidos, lo cual también amerita denuncias penales, donde hasta una empleada de la Legislatura está metida en el lío por ser quien contrató y pagó los eventos ilegítimos de Nueva Alianza con dos empresas de la siguiente razón social: Multiservicios y Evelin Viridiana Lugo. Otra más: el diputado Rigoberto Vargas está citado a comparecer en la Procuraduría de la Defensa del Trabajador este viernes 14 de enero, tras las denuncias por despido injustificado de cuatro de sus asesores de la Legislatura mexiquense; el fuero no lo exime de responder por asuntos civiles y laborales.
‘Ahí está el detalle’…
Entre el florido lenguaje que usa para fomentar la recaudación de impuestos en su afán de hacer de Metepec un “municipio chingón” (sic) y sus múltiples disfraces que terminan ofendiendo la imagen de los servidores públicos que sí trabajan, uno ya no sabe si quien gobierna este municipio es Fernando Flores o Cantinflas. Un día es bombero, otro barrendero, luego ministro y seguramente no tardará en ponerse el atuendo del gendarme 777. Esa es la seriedad que Flores Fernández le da a los metepequenses, pues en sus escasos 12 días de gobierno sólo ha posado para la foto con el personal de la administración que en lugar de aplausos y reconocimientos prefiere mejoras en sus sueldos, prestaciones y condiciones de trabajo. Ya que le gustan los atuendos, no estaría mal que los asesores de Fernando Flores lo disfracen de Tlanchana, de cazuela, de maguey, de garañona o de alcalde… digo, ‘para que parezca, aunque no sea’. Es más, ya le tenemos opciones para disfrazarse rumbo a las elecciones del 2023 y 2024 al estilo de Mario Moreno Cantinflas: ese de “Si yo fuera diputado”, “Un día con el diablo” o “El Extra”, con eso de que sus colaboradores más cercanos vociferan que puede ser el sustituto de Enrique Vargas en el 2023.
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