Desangelado despido de Alejandra del Moral en la dirigencia del PRI
Discurso confuso y por momentos triunfalista para dejar al tricolor.
Del Moral Vela refleja la incertidumbre sobre su futuro inmediato.
¿Quién gobierna San Felipe del Progreso?, porque Javier Jerónimo no.
Enrique Peña Nieto recibe constantes visitas en su autoexilio en España
POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ CRUZ
Más de un priista quedó entre confundido y sorprendido con el discurso que este jueves les dirigió Alejandra del Moral Vela para anunciar –sin decirlo como tal- su separación al cargo de presidenta del Comité Directivo Estatal del PRI.
La militancia que aún no sabía que Alejandra ya no será más su dirigente entendió que se trataba de una dimisión cuando dijo: “los priistas, estoy convencida que tomarán la mejor decisión de quien hoy asuma la dirigencia del partido… lo más importante es que le vaya bien al Estado de México”.
Del Moral acompañó su mensaje de agradecimiento con la promesa de que “a su tiempo dará a conocer de los nuevos proyectos que están por venir”.
Insustancial, así podemos definir el retiro de Alejandra del Moral a quien le faltó ese tono frontal al que tiene acostumbrados a los priistas; su arenga fue hasta cierto punto vacía, si no fuera por la expresión de: “Misión cumplida… los resultados están a la vista”.
No es lo mismo ganar, que recuperarse. El PRI sigue sin gobernar los municipios más poblados del Estado de México y sin la mayoría simple y calificada en el congreso local, prueba de ellos es que pujaron para sacar el Paquete Fiscal 2022 hace unos días.
Por cierto, en esa alocución donde Del Moral Vela se recarga en los resultados electorales del pasado 6 de junio, que le permitieron a su partido recuperar varios ayuntamientos y elevar su presencia en la Legislatura local, no escuchamos ni un “gracias PAN” o un “gracias PRD”… bueno, ni alusión hizo a la “Alianza va por el Estado de México”.
Eso sí, se descosió en adulaciones a los sacrificados priístas que “sobrepusieron el interés del partido a sus intereses personales”, es decir a los disciplinados tricolores que se aguantaron y tuvieron que hacer estructura, campaña y juntar votos por panistas y perredistas en las pasadas elecciones. Todo por el bien del Estado de México, enfatizó.
En fin, un discurso triunfalista en medio del riesgo de perder la gubernatura en el 2023 y propiciar una histórica alternancia en el Poder Ejecutivo del estado.
Siendo sinceros, la falta de claridad y contundencia para decir “me voy, renuncio, me separo o me despidieron”, sólo reflejó la incertidumbre sobre el futuro político inmediato de Alejandra del Moral Vela. ¡A ver qué decide el que verdaderamente manda en el PRI!
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
El que es visible, aunque se esconda…
Por cierto, ¿quién carajos despacha en el ayuntamiento de San Felipe del Progreso? La pregunta viene a colación porque hay varias versiones en el sentido de que el alcalde priista, Javier Jerónimo Apolonio se la pasa en todos lados menos en su oficina ni en las comunidades, observación que ayer pudimos constatar porque Jerónimo Apolonio estuvo metido más de medio día las oficinas del PRI estatal; ahí, escondidito en una esquina, asistió a la despedida de Alejandra del Moral como presidenta del partido. Seguramente el alcalde pidió permiso sin goce de sueldo y los integrantes del cabildo estuvieron enterados. Aunque quiso pasar desapercibido y evitó dar la cara a los medios regionales, Jerónimo Apolonio fue reconocido y captado… Hay rasgos y expresiones faciales que el cubrebocas no alcanza a ocultar.
¡En la madre… patria!
A esta columna llega información sobre las constantes salidas de varios políticos, la mayoría priistas, gobernadores en activo y sobre todo ex gobernadores de distintas entidades, hacia el mismo destino: Madrid, España. Sí, van a visitar al ex presidente de la República, Enrique Peña Nieto en el exclusivo fraccionamiento ‘Puerta de Hierro’, ahí donde también tiene una casa el futbolista fenómeno Cristiano Ronaldo. Quienes han estado en la mansión de Peña indican que un capitán del ejército español es el escolta del otrora presidente de México, quien vive solo y se traslada en una camioneta de Alta Gama de fabricación alemana. De ahí, Peña Nieto y sus asiduos visitantes se van a Salamanca, a la calle de Jorge Juan que viene siendo como la Avenida Presidente Masaryk, de Polanco, en la Ciudad de México, donde en los restaurantes de lujo los mexicanos literalmente se pierden entre el turismo, hasta Enrique Peña pasa desapercibido por lo mismo que es conocido.
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