Arturo Montiel, el último gobernador que pudo imponer a su sucesor.
Complejo y escabroso escenario de cara a la elección de gobernador.
Hoy Alejandro Moreno y Alfredo del Mazo caminan por rutas diferentes.
Ana Lilia Herrera, la anécdota del 2017 donde ella misma se descartó.
PT recrimina ausencia de mujeres en disputa por la Fiscalía de Justicia.
POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ CRUZ
Tan apresurado como inexacto es pensar o afirmar que a estas alturas ya está definido quién será el candidato o la candidata del PRI a la gubernatura del Estado de México del 2023.
A partir del posicionamiento de dos o tres aspirantes tricolores, así como de las encuestas emergentes, no se puede asegurar que el jefe político del Partido Revolucionario Institucional en el estado ya tenga la decisión tomada, pues además hay reglas no escritas en la estirpe tricolor que indican que factores como el clan de los ex gobernadores también influye en la toma de decisiones.
Para empezar el priismo nacional y mexiquense navegan en rutas distintas. EL primero, con Alejandro Moreno Cárdenas, apuesta y ha sembrado el objetivo de ir en alianza con PAN y PRD en el 2023, asegurando que su partido pondrá al candidato o candidata; por su parte la militancia local anhela empujar a un abanderado propio, con o sin la coalición, pero esas decisiones le corresponden al priismo mexiquense, según lo expuesto por el propio gobernador Alfredo del Mazo Maza.
Contexto:
El último gobernador priista mexiquense que logró imponer a su sucesor fue Arturo Montiel Rojas con Enrique Peña Nieto, esto a pesar de que enfrente tenía a Roberto Madrazo Pintado como dirigente nacional del PRI. Aun cuando Arturo y Roberto se disputaron encarnizadamente la candidatura presidencial del 2006 y que a la postre le trajo a Montiel Rojas un descrédito político nacional y a Madrazo la estrepitosa derrota en los comicios federales de aquel año, Peña logró ser gobernador y posteriormente presidente de la República.
Después de Montiel Rojas los siguientes ex gobernadores no pudieron designar al candidato del Revolucionario Institucional. Enrique Peña desistió de imponer a Alfredo del Mazo en el 2011 y por cuidar el proyecto presidencial le impusieron a Eruviel Ávila; a su vez este último tampoco pudo consumar a Ana Lilia Herrera Anzaldo en el 2017 porque desde la presidencia de Peña Nieto se consolidó el proyecto del hoy gobernador Alfredo del Mazo.
Luego entonces es obligado preguntar: ¿Podrá Alfredo del Mazo sembrar al próximo candidato o candidata priista a la gubernatura del 2023?
El PRI se enfrentará a sí mismo. Primero, saber si desde ahora ya hay consenso entre gobernador y ex gobernadores; luego, desenredar la coyuntura entre el priismo mexiquense y la dirigencia nacional; posteriormente ir a contracorriente frente las predicciones que hoy ponen al PRI entre el segundo y tercer sitio de las preferencias electorales, lo cual abre la posibilidad a una eventual derrota si compite solo; y por último –no menos importante- que ante una eventual alianza el aspirante panista, Enrique Vargas del Villar está consolidando un proyecto dentro y fuera de Acción Nacional, mismo que no ven mal Alejandro Moreno y Jesús Ortega, dirigentes nacionales del PRI y PRD, así como diversos actores partidarios, empresariales y sociales.
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
Recordar es vivir…
Horas antes de que Alfredo del Mazo pidiera licencia como diputado federal, el 26 de enero del 2017, para consolidar la candidatura a gobernador, Ana Lilia Herrera fue citada en Los Pinos. El entonces presidente de la República, Enrique Peña le preguntó: ¿Cómo verías si Alfredo (Del Mazo) fuera el candidato?, a lo que ella respondió: “bien, es un buen político, sensato y disciplinado”… “Muchas gracias, te lo apreció y espero que lo apoyes porque viene una elección muy complicada”, respondió Peña. Ana Lilia sabía que estaba descartada con su propia respuesta. Por cierto, hay quienes aseguran que detrás del reciente despegue y activismo de la diputada federal y aspirante del PRI a la gubernatura mexiquense, Ana Lilia Herrera están los también legisladores federales, Miguel Sámano Peralta y Gustavo Cárdenas Monroy. Muy dentro de las filas tricolores ubican a Cárdenas Monroy como el encargado de abrirle a Herrera Anzaldo las puertas con los ex gobernadores, pero el camino es largo y los compromisos cortos.
Entre el dicho y el hecho hay un gran trecho…
La encargada de la Comisión de Asuntos Municipales del Partido del Trabajo Edoméx, Ana Yurixi Leyva Piñón recriminó que en la terna y definición del nuevo titular de la Fiscalía General de Justicia (FGJEM) no se haya contemplado a una mujer. Dicho posicionamiento -emitido una semana después de consumado el arribo de José Luis Cervantes Martínez- tendría un alto peso de calidad moral sí los tres diputados del PT en la LXI Legislatura mexiquense (Sergio García Sosa, Silvia Berberena Maldonado y Trinidad Franco Arpero) hubieran hecho su papel en la máxima tribuna. Pero no, el trío de diputados petistas omitió la defensa del sector femenino en el proceso de renovación de la FGJEM y votó a favor del actual fiscal masculino, siendo parte de la unanimidad. Si tanto arengan la paridad y equidad de género en los espacios públicos, la bancada del PT tenía varias opciones para por lo menos “taparle el ojo al macho”: pudieron votar en contra de Cervantes Martínez, abstenerse de votar a favor o en contra o, ya de plano, haber hecho un pronunciamiento para exponer exactamente lo que consideró Leyva Piñón. Bien coordinados en el PT; su dirigencia estatal piensa de una forma y sus diputados actúan de otra. Por cierto, esa publicación en la que el PT reclamó la no consideración de las mujeres en la renovación de la fiscalía pronto desapareció de las redes sociales. Ana Yurixi es de lo poco brillante qué hay en el Partido del trabajo y no puede prestarse a dar bandazos de este tipo.
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