¡OPINIÓN! LETRAS DE JUAN GABRIEL

• OPLES: la factura de un desastre anunciado. INE los absorberá.

• IEEM, el mejor ejemplo de la podredumbre democrática local.

• Claudia Sheinbaum le da su lugar a Delfina Gómez y Mariela reta.

• Explota crisis política y administrativa en el TRIJAEM por Becker.

• Chescos, grasas y chatarra en evento de la Secretaría de Educación.

POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ CRUZ

La presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, ha planteado la desaparición de los Organismos Públicos Locales Electorales, mejor conocidos como OPLES, bajo el argumento de “simplificación” y “ahorro”, pero la verdad es más incómoda: los OPLES son el producto fallido de una reforma nacida de un trueque político y administrada como botín.

Antes de 2014, los institutos electorales estatales —en entidades con pluralidad real— tenían legitimidad y prestigio. Los congresos locales designaban perfiles de alto nivel: académicos, juristas, ex rectores universitarios, funcionarios electorales de carrera, etc.. El Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), por ejemplo, llegó a ser referencia nacional por la escala de sus elecciones y por la calidad de su Consejo General. Había presión política, sí, pero también profesionalismo para resistirla.

El quiebre llegó en 2014, cuando Enrique Peña Nieto en la presidencia del país entregó la legislación electoral como moneda de cambio al PAN para sacar la Reforma Energética. De ese pacto emergieron los OPLES: organismos híbridos que le quitaron a los estados la facultad de nombrar a sus árbitros y concentraron el poder de designación en un puñado de consejeros anclados en el Instituto Nacional Electoral (INE).

Esa centralización no elevó estándares, por el contrario, creó una palanca de control burocrática. Bajo Lorenzo Córdova y su grupo de consejeros cercanos en el INE, la atribución constitucional de nombrar consejeros locales dejó de operar como mecanismo de calidad y se convirtió —en los hechos— en una herramienta para administrar lealtades, vender favores políticos y colocar a ex colaboradores que buscaban acomodo tras el cierre de ciclos en el propio INE. El nombramiento ya no fue el final de un proceso meritocrático, sino el inicio de un esquema de dependencia que se padecen en todos los OPLES, enfatizo: EN TODOS LOS OPLES, incluyendo el IEEM.

De ahí vino lo inevitable: con el tiempo, el perfil de consejeras y consejeros locales se degradó. Los filtros se volvieron discrecionales y la paridad se aplicó, en ocasiones, como coartada para justificar designaciones que no resistían la comparación técnica. El ejemplo más nítido es el de una consejera que, tras haber obtenido la calificación más baja de su generación, hoy propone eliminar los exámenes de admisión. No es casualidad, es síntoma. Cuando el sistema deja de seleccionar a los mejores, termina pidiendo que desaparezcan las pruebas.

Ahora se quiere “resolver” el fracaso eliminando los OPLES y trasladando todo el poder organizativo al INE. Es decir: concentrar todavía más el control electoral en una sola institución que también arrastra cuestionamientos sobre su imparcialidad. La reforma no apunta a fortalecer contrapesos; apunta a moverlos al centro.

Ojalá la desaparición de los OPLES no sea simplemente la excusa para capturar presupuestos multimillonarios y cerrar la última rendija de autonomía electoral local. Porque cuando una institución se destruye sin corregir las causas que la pudrieron, el problema no desaparece: solo cambia de dueño.

CANCIÓN, DICHO O REFRÁN

La mandataria habló, pero…

Por cierto. La bronca entre morenistas del Estado de México que estalló en Tecámac llegó a la mañana de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien este miércolesle dio su lugar, facultad y autoridad a la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, para resolver el conflicto político que desataron la senadora Mariela Gutierrez y el movimiento Mexiquenses de Corazón que encabeza el senador con licencia, Higinio Martínez Miranda. Al ser cuestionada sobre la zozobra en Tecámac la mandataria nacional expuso tácitamente que: “Es un conflicto del municipio, es un tema político de Tecámac y ahí se tiene que resolver; en todo caso la gobernadora del Estado de México puede intervenir… bajo ningún motivo puede usar mi nombre o el de alguno de mis familiares para pedir favores o cometer algún acto de violencia o corrupción, aquí nada de privilegios, ni de conflictos de interés, ni nada”, esto lo enfatizó Sheinbaum por aquellos que dicen que Mariela es muy cercana y protegida de la presidenta. Pero en lugar de aceptar el llamado de atención o admitir que la jefa política estatal es la maestra Delfina, a través de sus redes sociales la senadora Mariela Gutiérrez emitió un posicionamiento que se puede interpretar como un acto de rebeldía e indisciplina, que como una aceptación al orden político: “Nosotros seguimos en el ánimo de construir acuerdos para beneficiar a las y los tecamaquenses. Desafortunadamente hay quien quiere dinamitar esta mesa política. Desde aquí les decimos que nuestros compromisos son con la ciudadanía, que mayoritariamente votó por Morena en el Estado de México desde hace 7 años, para que Tecámac fuera el municipio insignia de la Transformación”… o sea, ¿Tecámac es antes, después y por encima de Delfina?

Peor que en los tiempos del PRI…

¿Quién o quiénes fueron los genios de la Secretaría de Educación, Cultura, Tecnología e Innovación del Estado de México (SEDUC) que aderezaron el evento denominado: “Festival Coral”, encabezado por la maestra Delfina Gómez Álvarez, en el Patio Central de Palacio de Gobierno, con bolsitas de estraza y en cuyo interior metieron la clásica tortita, dulces y refrescos? Sí, aunque esto no lo crea, la dependencia encargada de regular y prevenir el consumo de alimentos chatarra o altos en grasas, azúcares y condimentos, dio lonches a estudiantes de educación básica con productos teóricamente prohibidos por la ley. Solo de ver las imágenes de lo que les ofrecieron a los estudiantes, que -mención aparte- le echaron todas las ganas, primero preparándose y luego dando lo mejor de sí en este evento de coros y villancicos- da pena ajena lo que hizo la Secretaría de Educación estatal que sigue tratando al alumnado como elemento de cargada política. Por si no lo saben, que eso es casi seguro, los refrescos de las marcas que les dieron a los estudiantes son los primeros en la lista de productos prohibidos en las escuelas y alrededores, por su alto contenido calórico. Peor aún, ya no gastan en unicel para hacer más presentables los lonches, ahora les avientan la torta y el refresco de cola en bolsas de estraza. Se quejaban del PRI y están peor.

El velo de impunidad…

Ya en serio. ¿No hay nadie en Lerdo 300 o en la Legislatura local que le pueda poner un alto al aún presidente del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de México (TRIJAEM), Gerardo Becker Ania, que además de perder 32 millones de pesos -mismos que recuperó por la presión mediática y hecho de que dos altos funcionarios del TRIJAEM están encarcelados- dejó hecho añicos el organismo impartidor de justicia burocrática? Sólo para que lo analicen en el Gobierno del Estado: el desastre político y financiero que deja Becker Ania se puede dilucidar con un vistazo a lo que hace unas horas manifestó el titular del Órgano de Control Interno (OCI), Everardo Camacho, al ventilar que Becker no asistió a una sola sesión del Comité de Ética del TRIJAEM durante este 2025; pero eso sí, el Magistrado Stitch pretende designar a la nueva directora de Investigación del OCI, con la clara intención de imponer a alguien cercana a él. Sólo para conocimiento y advertencia: si Gerardo Becker se sale con la suya y logra quedarse con el área de investigación, todas aquellas indagatorias relacionadas con la gestión del magistrado presidente tendrán el velo de la impunidad y la protección… ¿Pues qué trata de esconder Becker? Amén de su origen político, Gerardo Becker trata de repetir lo que su jefe y promotor, el ex gobernador priista Alfredo del Mazo, hizo cuando lo impulsó como magistrado y presidente del TRIJAEM: protegerse las espaldas.