La preocupación de Delfina: “que tiren a sus soldados a bola de billetazos”.
Alejandro Ozuna será el coordinador de campaña de Alejandra del Moral.
Morenistas de Toluca ni enterados del arribo de operadores de Veracruz.
Consejeros del IEEM deben ser árbitros, no contrincantes en el proceso.
POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ CRUZ
No es casual que la precandidata a gobernadora de Morena, Delfina Gómez Álvarez lleve dos semanas insistiendo sobre las tres obligaciones que los dirigentes, coordinadores, operadores, militancia y simpatizantes de la Cuarta Transformación deben amalgamar antes de iniciar la campaña: unidad, coordinación y dignidad firme.
Hay cosas que le preocupan en serio a la maestra y son precisamente las que tienen que ver con la simulación y el protagonismo; el choque entre grupos y liderazgos; así como el riesgo de que los de enfrente le vayan tirando a su ejército a bola de billetazos.
Delfina y Horacio Duarte entienden que sólo Morena puede descarrilar a Morena de aquí al 4 de junio. En el cuarto de guerra tratan de pulir los tres grandes periodos de la batalla: 1.- Calle y territorio durante precampaña y campaña; 2.- Los tres días anteriores y el propio día de la jornada electoral; y 3.- La batalla jurídica después de los resultados.
Según el reporte que tiene Gómez Álvarez, el primer y tercer puntos avanzan conforme a lo planeado, salvo los detalles de la desorganización de los eventos al inicio de la precampaña, efecto que de no corregirse puede repetirse riesgosamente en el arranque de la campaña a partir del 3 de abril.
Pero el segundo aspecto, el aceitado de las estructuras, la movilización de los votantes el día de la elección y el cuidado de las urnas al cierre de las casillas tiene a los morenistas todavía en focos amarillos.
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
La bamba jarocha…
A propósito. Hace unos días los liderazgos de Morena en Toluca se reunieron para presumir unidad y tolerancia por el hecho de incluir al ex alcalde, Juan Rodolfo Sánchez Gómez y otros infumables “izquierdistas de ocasión”; por supuesto no estuvo el rival de JuanRo, Ricardo Moreno Bastida quien ya camina en ruta propia en varios municipios con su organización “Proyecto 21”. Los tolucos de la 4T dicen estar cohesionados, pero tienen una desorganización tan terrible al grado de que ni enterados están que desde hace dos meses los operadores provenientes de Veracruz esperan indicaciones y quién los coordine en la capital del estado. ¿Sí sabrán los morenistas de Toluca y del resto de la entidad que la coordinación de precampaña y campaña de Delfina Gómez ya dividió el territorio mexiquense en 19 regiones y en 13 de ellas (68 municipios) se espera la incursión de los gobernadores de la Cuarta Transformación en la Batalla Maestra?, si no lo sabían, pregunten en qué municipios desplegarán tropas de otros estados, porque así como andan de despistados hasta los pueden confundir con enemigos. Por el momento y a falta de chamba los morenistas jarochos andan de turistas en Toluca, con todos los gastos pagados.
El que compra todos los boletos…
Por cierto. Dicen que el más contento con la designación de Alejandro Ozuna Rivero como coordinador de campaña de Alejandra del Moral no es precisamente un priista, sino un morenista y las miradas apuntan a Texcoco. Aunque no logro ser candidato a la gubernatura por Morena, parece que al senador Higinio Martínez se le están alineando las estrellas, más afuera que dentro de la izquierda. Martínez Miranda fue muy consentido cuando Ozuna Rivero fue Secretario General de Gobierno y debe recordar aquella plática en un conocido restaurante de Lerma con resultados muy favorables para el Doctor Higinio. Para quienes conocen las formas de hacer política del senador no es difícil intuir o sugerir que le irá requetebién tanto con Delfina como con Alejandra del Moral, más con la segunda que con la primera. Por eso entre las filas de la 4T hay un serio murmullo: “Si gana Delfina Gómez será por todos, pero si pierde será por Higinio”.
Consejeros electorales son árbitros, no contrincantes…
Sin duda alguna habrá que reconocer que la consejera del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), Karina Vaquera Montoya, es la integrante de ese cuerpo colegiado con el mayor empuje hacia el debate y al acceso a la información dentro de un organismo que se ha mantenido entre gris y negro. Pero llama la atención lo declarado en las últimas horas por Vaquera Montoya en el sentido de emprender una denuncia en contra del representante de Nueva Alianza (NAEM) ante el IEEM, Efrén Ortiz Álvarez, por presunta violencia política en razón de género. Al parecer a la consejera le disgustó que el representante de NAEM la criticara por condenar la compra de ocho camionetas para los altos funcionarios electorales (tema ventilado por este espacio a inicios de enero), pero también por haberse mantenido indiferente a las irregularidades administrativas que están ocurriendo en diversos municipios, amén de que esto último no le atañe a las autoridades electorales. A más de uno sorprendió la reacción de la consejera Vaquera, pues fue claro que la crítica del representante iba dirigida a su desempeño como funcionaria y no a su condición de mujer. Karina Vaquera debe entender que la ley está hecha para proteger los derechos y libertades de la ciudadanía; por lo demás, la consejera tiene que seguir marcando diferencia en un órgano envuelto por la opacidad. El papel de las consejeras y el consejero del IEEM es el de árbitro, no el de contrincante.
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