La oposición y su contrapropuesta de reforma electoral
La propuesta de reforma electoral de Morena no sólo ha generado un importante debate entre los distintos actores políticos e intelectuales del país, sino, además, ha provocado que los partidos de oposición, PRI y PAN, presenten por separado sus contrapropuestas de reforma electoral, que dicho sea de paso, resultan iniciativas que coinciden en algunos puntos.
De una revisión hecha a las propuestas de reforma, tanto PRI, PAN y Morena coinciden en la iniciativa de implementar el voto electrónico, que reduzca los costos en los procesos electorales, aumentando la confiabilidad y calidad de los mismos. Por su parte, PRI y PAN, principales opositores de la reforma planteada por la 4T, mantienen coincidencias que parecen empatar sus iniciativas de reforma electoral.
Aspectos como reducir las diputaciones de 500 a 300; desaparecer a los OPLES y Tribunales locales; limitar la sobrerrepresentación (del 8% a 4%) en la legislatura; anular elecciones por la participación del crimen organizado y la segunda vuelta electoral (en el caso de la Presidencia), resultan propuestas que seguramente serán negociables con el Gobierno federal, para ser incluidas en el proyecto de reforma final.
Sin embargo, la diversidad de temas y las diferencias en cada una de las propuestas, ofrece un panorama incierto sobre el resultado final de una reforma electoral. Con un antecedente inmediato como lo fue el rechazo de la reforma energética, nos hace pensar que la división de opiniones no logrará el consenso ni arrojará los mejores resultados.
Por supuesto que cada una de las iniciativas contienen puntos positivos que resultan por demás interesantes y requieren de un profundo análisis, pues el estudio de dichas iniciativas de reforma electoral no se puede limitar a considerar quiénes están a favor o en contra de quienes las proponen.
Las propuestas están sobre la mesa y seguramente serán motivo de encontronazos y acaloradas discusiones. Esperemos que en los debates de los distintos espacios de la esfera política, prevalezca el intercambio de ideas y la voluntad de construir acuerdos, en aras de una reforma electoral que fortalezca nuestra democracia; aquella democracia que llevamos años construyendo.
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