El PRI no está muerto. Se replegará en los municipios y distritos.
Dejará de ser un partido vertical, caciques se disputarán sus restos.
En Morena hay molestia. Pepe Couttolenc jinetea votos de Delfina.
Nueva Alianza el primer sacrificado de la pasada contienda electoral.
POR JUAN GABRIEL GOZÁLEZ CRUZ
Se equivocan quienes dicen que con la derrota del domingo y al perder la gubernatura el PRI del Estado de México está muerto.
No, el tricolor no está acabado y sólo se transformará; pasará de ser un partido vertical a uno horizontal.
Los priistas mexiquenses se han conducido de arriba hacia abajo; la figura del gobernador en turno dictaba la orden, las estrategias y conducía al partido. Por eso era llamado “el primer priista mexiquense”.
Con la derrota del 4 de junio y la salida del Poder Ejecutivo, el priismo se irá a refugiar a los municipios y distritos para tratar replegarse, reorganizarse y mantenerse ahí hasta pasadas las elecciones del 2024 donde, según los augurios, tampoco tendrán oportunidades de rehacerse en el escenario político.
El PRI pasará de la institucionalidad a los cacicazgos, serán los liderazgos regionales quienes asuman el control y se pongan de acuerdo para tomar las riendas de la dirigencia estatal. El Revolucionario Institucional entrará en breve a una disputa donde se aplicará la ley del más fuerte.
El PRI perdió la gubernatura, pero seguirá con alcaldías y diputaciones locales y federales, pero sobre todo y al mantener su nivel de preferencia electoral por el orden de los 1.8 millones de votos, seguirá siendo la segunda fuerza política del estado y continuará recibiendo altas cantidades de dinero producto del financiamiento público.
La pelea entre priistas será por ver quién se queda con el Comité Directivo Estatal porque de cara a las elecciones concurrentes del año que viene se tendrán que repartir decenas de candidaturas al Senado de la República, a presidencias municipales y a las legislaturas local y federal.
El tricolor mexiquense no puede morir por la simple y sencilla razón de que a Morena le conviene acordar y competir con un PRI disminuido, que con opositores fortalecidos.
Para que entenderlo mejor. Pasa como en la ley de la materia: el PRI no se crea ni se destruye, solo se transforma… en sí mismo o en Morena. ¡Niéguenmelo!
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
Caravana con sombrero ajeno…
En la alianza triunfadora ‘Juntos Hacemos Historia’ ya hay enojo y hartazgo, especialmente entre Morena y el Partido Verde. En las últimas horas el dirigente del PVEM, José Alberto Couttolenc Buentello presumió que fue ovacionado en la convención nacional de su partido por haber entregado a Delfina Gómez Álvarez más de 624 mil votos. FALSO, el Verde no entregó esa cantidad de sufragios para el triunfo de Delfina, más bien Morena se los entregó al Verde. Los números que reportan el PREP y el cómputo distrital para el partido del tucán se deben a la distribución que hábilmente negociaron en el convenio de la candidatura común Morena, PT y Verde, donde del 100% de los sufragios que obtuviera la maestra Gómez Álvarez se repartirían de la siguiente manera: el 73.5% para Morena, el 16.25% para el PVEM y el 10.25% para el Partido del Trabajo, esa es la razón por la que al Verde le asignaron los más de 600 mil votos, algo que en su vida alcanzaría solo. Así es Pepe Pepenas y su estilo de confundir al electorado y a sus simpatizantes, pero ya irritó a Morena porque ayer en una reunión de evaluación los coordinadores de campaña de Delfina estallaron contra Couttolenc, pues el PVEM ni siquiera puso a Representantes Generales y Representantes de Casilla, lo que sucedió fue que Morena dispuso de su ejército para nombrarlos defensores del voto con el logotipo del Verde. La molestia en la 4T fue tal, que a la hora de compartir el boletín de prensa que había mandando Couttolenc, el equipo de comunicación de Delfina Gómez quitó el párrafo donde decía que el Verde había aportado esos más de 600 mil votos.
Saqueo en despoblado…
Por cierto, ese convenio de candidatura común de ‘Juntos Hacemos Historia’ indica también la forma en que se repartirá el gobierno estatal con el triunfo de Delfina Gómez. Al PT le toca la Secretaría del Trabajo y la dirección General del ISSEMYM, mientras que al Verde le corresponde la Secretaría del Medio Ambiente y la Comisión de Aguas del Estado de México (CAEM). ¿Se imaginan a esos rufianes del PT y el PVEM frente a las arcas del ISSEMYM y la CAEM?, será un saqueo en despoblado.
Adiós a Nueva Alianza Edoméx...
Donde ya tienen que ir preparando maletas es el Partido Nueva Alianza (NAEM) porque le quedan pocos días de vida en el escenario electoral. Todo indica que el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) le quitará el registro al no alcanzar ni el 2% de la votación válida emitida en las elecciones del 4 de junio. Es un fracaso doble para el gris dirigente de NAEM, Mario Alberto Cervantes Palomino: por un lado se estarán riendo de él los dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de Educación (SNTE), Eliud Terrazas de la Sección 17 del Valle de Toluca y Rigoberto Vargas Cervantes de la Sección 36 Valle de México, con quienes se disputó la dirigencia partidaria; por otro, Cervantes Palomino no hizo estructuras, no posicionó al partido turquesa y los números le han asestado un golpe abrupto. Eliud y Rigoberto estarán en el gobierno de Delfina; Eliud sin partido y posiblemente correteado en los siguientes años.
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