¡OPINIÓN! LETRAS DE JUAN GABRIEL
- Redacción: La Noticia Es

- 17 jul
- 6 Min. de lectura

Se los advertimos: Morena prepara reforma para desaparecer a OPLES.
Y desde Polanco los “intelectuales” le hacen la chamba a la oposición.
Higinio: abandona su representación, pero dice que quiere al Edoméx.
El Chapulín ‘Mohamed’ Colorado; oportunismo como carrera política.
POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ CRUZ
Lo dijimos con todas sus letras el pasado 10 de junio: la reforma electoral que la 4T trae entre manos no busca mejorar la democracia, sino enterrarla. Esta semana y con las declaraciones de la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, se confirma que el plan va en serio. No solo es real la intención de elegir consejeros del INE por voto ciudadano, también se perfila la eliminación de los OPLES (Órganos Públicos Locales Electorales). Es decir, adiós al IEEM, al árbitro mexiquense y a cualquier espacio de representación legal de los partidos en el Estado de México.
Esto no es un ajuste técnico ni una reestructuración administrativa. Es una demolición controlada del sistema electoral vigente, un golpe de Estado suave con todas sus letras. La desaparición del IEEM y de los tribunales locales representaría la muerte anunciada de la democracia en los estados. Morena quiere una sola ventanilla para el control electoral y administrativo: el nuevo INEC (Instituto Nacional de Elecciones y Consulta), al servicio del régimen. El viejo PRI parecerá un niño en brazos comparado con esta nueva maquinaria del poder.

Lo más grave es que esta reforma está diseñada quirúrgicamente para borrar a la oposición. Se reducirá drásticamente el financiamiento público a los partidos, pero Morena no lo necesita porque se financia del presupuesto vía programas sociales, clientelas institucionalizadas y estructuras gubernamentales y en esto ni el PT ni el PVEM se salvarán, así que vayan poniendo sus barbas a remojar, porque lo que nunca han tenido en las urnas, Morena se los borrará en la ley. ¿Con aliados así para qué quieren enemigos?
La eliminación de los diputados plurinominales es otra estocada. Si el PRI y el PAN no ganan distritos —y ya ni juntos pueden con uno— entonces quedarán fuera del Congreso. Su única vía de supervivencia legislativa está actualmente en los pluris, y se la van quitar. El mensaje es claro: el régimen se quedará con todo el pastel, sin necesidad de disimular.

La oposición, mientras tanto, se comporta como si nada. En palabras del senador con licencia Higinio Martínez: “en el PRIAN están pasmados”. No hay mejor descripción. No entienden lo que está en juego. Están más preocupados por negociar candidaturas o tomar vacaciones legislativas que por defender la democracia y 2027 será la última oportunidad que tengan. Si no reaccionan, será también la última vez que alguien los vea como oposición real.
Así que criticar a Morena en ruedas de prensa para luego votar a su favor en lo oscurito sólo es un acto de suicidio del PRI, PAN y Movimiento Ciudadano. Que se pongan a estudiar, a leer y a observar lo que pasa en países donde la democracia ha sido sofocada lentamente. Panistas, priistas y emecistas del Edoméx son un cero a la izquierda: tibios, fantoches y colaboracionistas. El pueblo votó por ellos para que defendieran los contrapesos, no para que se cruzaran de brazos mientras los destruyen uno por uno.
CANCIÓN, DICHO O REFRÁN
Resistencia desde Polanco…

Como si no fuera suficiente, ahora aparece un grupo de intelectuales firmando un pronunciamiento “por una reforma electoral incluyente”. Los mismos de siempre: exconsejeros, académicos y expertos de la vieja familia electoral que hoy intentan ocupar el vacío que dejaron los partidos de oposición. Que nadie se equivoque: estos manifiestos no nacen del pueblo ni hablan en su nombre. Son ejercicios de nostalgia burocrática firmados desde Polanco, CDMX, sin un sólo pie en la tierra. Uno de sus principales referentes, Lorenzo Córdova, quedó descalificado desde que llamó “jefes indios” a líderes indígenas, burlándose de su forma de hablar. ¿Y ahora resulta que quiere hablar de inclusión? Nunca se le vio consultando a los pueblos originarios cuando era presidente del INE. Y como él, muchos de los firmantes jamás se preocuparon por lo que las comunidades esperaban de un sistema electoral. Solo les interesaba la estabilidad institucional… mientras ellos eran quienes la administraban. La verdadera tragedia es que estos “notables” le están haciendo el trabajo que deberían estar haciendo el PRI, el PAN y MC: levantar la voz, construir una narrativa de resistencia y defender los contrapesos con fuerza. Pero ante la cobardía de la oposición, son los exfuncionarios y exacadémicos quienes hoy se sienten con autoridad moral para defender la democracia. No por convicción, sino porque el régimen también viene por ellos.
Pataleo desde el ostracismo…

Jura y perjura que apoya a la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, que está con ella y que le es leal, pero todas sus acciones y declaraciones son un real contrasentido hacia la maestra. Este jueves y desde el supuesto ostracismo para la reflexión en el que se encuentra, el “SENADOR CON LICENCIA” de Morena, Higinio Martínez Miranda, reapareció para difundir una supuesta audiencia o recepción privada que tuvo con la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo; obvio, le metió la “jiribilla” que lo caracteriza: “Hablamos de varios temas, por supuesto entre ellos, el del Estado de México”. No es que el patriarca de Texcoco no tenga derecho a dialogar con los personajes políticos del país, pero lo que llama la atención es que dirija sus mensajes con el ánimo de generar ámpula en el esquema del poder estatal. ¿Qué calidad moral y política tiene Higinio para tratar temas del Edoméx con la presidenta del país, cuando –para empezar- ha dado múltiples visos de que no le interesa aportar al proyecto de Delfina?, ejemplos sobran: a inicios del sexenio le aventó a la maestra el cargo que por capricho le crearon como Jefe de Gabinete del gobierno estatal; desde su coto de poder con alcaldes y diputados mexiquenses ha tratado de minar al gobierno de Gómez Álvarez; y optó además por repetir como senador, aunque desde febrero -como lo ha hecho en al menos cinco ocasiones desde el 2018- solicitó por quinta ocasión licencia al cargo, es decir, Higinio decidió pausar la representación ciudadana mexiquense en el Congreso de la Unión. No obstante Martínez Miranda está en su papel y, hábil como un viejo lobo de mar, ya se dio cuenta del vacío o caos político que cunde en el Estado de México y en especial al interior de la 4T. Pero Higinio no oculta su frustración porque –so pretexto de una reunión con la presidenta Sheinbaum y de la que no hay más pruebas que su dicho- busca restarle legitimidad y poder a la gobernadora.
¡No contaban con su astucia!…

En la política mexicana hay una especie que prolifera sin control y sin vergüenza: el chapulineo. Esos personajes que, sin más brújula que la conveniencia personal, brincan de un partido a otro buscando acomodo, fuero o simplemente reflectores. No importa el color con el que emergieron, sino el que mejor les garantice su futuro. Un ejemplo actual es el diputado local, supuestamente del Partido del Trabajo en el Estado de México, Gabriel Kalid Mohamed Báez, que lleva meses enviando señales desesperadas de que su verdadera intención es brincar hacia el partido guinda y lo único que busca es colarse en el reparto de posiciones que hará Morena en el 2027. Mohamed se justifica diciendo que llegó por los partidos que conforman la 4T, pero la realidad es que ya ni pela, ni lo pelan en el PT. Sí, es el mismo diputado que intentó colgarse de la figura de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, con un burdo montaje digital para felicitarla por su cumpleaños, una ocurrencia que lejos de simpatía, le generó burlas. Su presencia pública se ha reducido a buscar cámaras, reuniones con morenistas y fotografías forzadas con dirigentes como Luz María Hernández Bermúdez, líder estatal de este partido. Morena debería pensarlo dos veces antes de abrirle las puertas a Mohamed y no por celos partidistas ni por cuotas mal entendidas, sino por simple rendimiento, pues como legislador, su paso ha sido gris, intrascendente, más conocido por sus ocurrencias y ausencias que por una agenda legislativa sólida. Mientras el Distrito IV de Lerma –al que teóricamente representa- sigue esperando soluciones, él juega a la grilla, pensando en su próximo salto. El oportunismo no es estrategia política, es traición a los votantes. Y si Morena aspira a consolidarse como una fuerza distinta, tiene que dejar de recibir a quienes hacen del chapulineo su único mérito. Para ejemplificarlo, el diputado Kalid está como la India María: “No es ni de aquí, ni de allá”.






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