¡OPINIÓN! LETRAS DE JUAN GABRIEL

• ¡2 de octubre no se olvida!... ni se olvidará en ‘Toluca la Guapa’.

• Policía municipal cayó en la provocación de los encapuchados.

• Molestia en Lerdo 300 por la forma en que se apaciguó la protesta.

• PROFEPA y sus chiripazos. Dice que está afectando a los talamontes.

POR JUAN GABRIEL GONZÁLEZ CRUZ

No, nadie está a favor de la violencia y menos de las desproporcionadas, vandálicas y agresivas protestas disfrazadas de libertad de expresión.

No, no hay razón alguna para normalizar ni acostumbrarse a las manifestaciones que afectan el inmobiliario público y causan daños a terceros.

No, no hay justificación alguna para esas marchas que destruyen, saquean y generan pérdidas al comercio legal.

No, no puede haber un ápice de tolerancia a las salidas de encapuchados que, colgándose de coyunturas o fechas significativas, arremeten contra la paz social.

Pero una cosa es rechazar ese tipo de manifestaciones carentes de razón y argumento social, y otra muy diferente, pero igual de denigrante, es la actuación desproporcionada de una policía inculta, incapaz y con nula preparación para este tipo de eventualidades.

Miren que aventar a uniformados municipales que están sumamente acostumbrados a morder, extorsionar y avasallar a los ciudadanos “para mantener el orden en un acto de desorden”, es tanto como apagar el fuego con gasolina.

Sí, los encapuchados provocaron un acto de represión y lo consiguieron ante una policía soez, atrabancada y sin protocolos de actuación. Por eso no debe sorprendernos el saldo: varios detenidos, periodistas golpeados, cámaras y teléfonos destrozados, una patrulla quemada y una guerra de proyectiles entre policías y manifestantes.

¿Por qué ir contra los reporteros?, fácil, porque aquí y en China la policía siempre busca eliminar toda constancia o documentación de su desmedida actuación.

No alcalde Ricardo Moreno. No quiera victimizar a su policía que salió a las calles tapada de ojos frente a una camada de salvajes y todo terminó como tenía que concluir, con agresión a toletazos de los dos bandos; ahí están los videos, ahí están las pruebas. Algo ha quedado claro: a la policía de Toluca es muy fácil hacerla caer en provocaciones y al alcalde ya lo etiquetaron como represor, porque una buena intención, tuvo una mala ejecución.

Nada que no se sepa. Para este tipo de protestas siempre hay contingentes especializados, con un respetable valor, con prudencia y paciencia al límite, con policías que saben que van a ser provocados y seguramente lastimados… y aun así está latente la legítima defensa y los riesgos de excesos en el uso de poder. No, la policía de Toluca no está capacitada para estos menesteres, lo suyo lo suyo es el abuso de autoridad y en la protesta de ayer 2 de Octubre sólo terminó legitimando a los desadaptados. ¡No se le puede pedir peras al olmo!

Lo dicho. Justo en uno de los días más emblemáticos que fortalecieron a la izquierda y que dieron origen a la narrativa de la NO REPRESIÓN a la protesta, con todo y que la mayoría de esas manifestaciones no tienen nada de pacíficas y sí mucho de violentas, la policía municipal de Toluca le asestó a la 4T un punto negro al haber recurrido a “la ley del garrote”. Sí, la policía de Toluca cayó en el repudiado modelo que –creíamos- era del pasado.

CANCIÓN, DICHO O REFRÁN

Enojo en la oficina de enfrente…

Por cierto. La actuación policial en Toluca no cayó nada bien en Lerdo 300, donde ya han iniciado una investigación. Tanto en la Comisión de Derechos Humanos como en la Consejería Jurídica de Gobierno del Estado han concluido que no hay forma de defender o justificar la actuación de la policía municipal por cuanto hace a la agresión a periodistas y el primer paso es determinar de dónde vino la orden de encapsular a los encapuchados que derivó en la zacapela. No tienen que investigar mucho, échense un clavado a la sesión de cabildo de ayer jueves y ahí encontrarán la respuesta. Alguien en Palacio de gobierno fue claro al decir que “estas fechas que fortalecieron a movimientos y al sistema que hoy gobierna tienen que ser memorizadas y honradas”… pero lo de este jueves en la capital mexiquense fue la antítesis del proyecto de paz, respeto y tolerancia que se pretende implantar con la 4T. Lo de los encapuchados agresores pasó a segundo término, ¡qué necesidad!

¡Árbol que nace torcido!…

Hace unos días la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) presumió que le dio un “golpazo” a los talamontes de Ocuilan, al sur del Edoméx, pues dijo que les decomisó 22 rollos de madera en el camino a las Lagunas de Zempoala, algo así como 7 metros cúbicos de oyamel. Vaya burla… eso  –de ser cierto- fue como quitarle un pelo a un gato porque dicha madera cabe en una camioneta de tres toneladas. Peor todavía, resulta que la PROFEPA se encontró esa madera a un costado de la carretera que conecta con la comunidad de Santa Martha, es decir, no fue producto de un operativo, ¡qué va!... se les suben hasta la garganta a las autoridades sólo de ver de frente a los delincuentes ambientales. O sea, en este como en el resto de sus bochornosas incursiones a la zona boscosa de Ocuilan no hubo detenidos. Golpe a los talamontes hubiera sido la detención de las más de 30 camionetas repletas de madera que se vieron desfilar, frente a las barbas de la policía estatal, a finales de julio y cuyo video se hizo viral. ¿Por 22 rollitos hace fiesta la PROFEPA?, esos troncos los recuperan los rapamontes en menos de un día. No es por ser mal pensados, pero dicha acción en el lenguaje delincuencial se llama “entrega de dulces”. Esos de la Procuraduría Ambiental son tan ridículos como el Subsecretario de Gobierno, David Orihuela que también, hace unos días, presumió una foto disque sembrando arbolitos; Don David se hizo pasar como todo un ambientalista, cuando en realidad ha sido un omiso o complaciente de la creciente tala clandestina que impera en su municipio. Sí, es el mismo funcionario que hace días reconoció que el gobierno -en todos sus niveles- está rebasado por los delincuentes ambientales y admitió que no pueden hacerle frente a los taladores.